Skanderaj, Kosovo

Martes, 10 de marzo de 1998
Ultima actualización: 07:39

Pretenden que los entierren sin autopsias

Los serbios entregan en Kosovo 67 cadáveres con signos de tortura

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MARCUS PUCNIK

ESPECIAL PARA EL MUNDO

PRISTINA.- La policía serbia descargó ayer 67 cadáveres de albaneses en Skenderaj (Srbica, en serbio) y ha dado a sus familiares, la mayoría huidos, 24 horas para enterrarles.

Si la familia no reclama estos cadáveres, serán enterrados en una fosa común, sin autopsia, sin testigos, sin huellas. Nadie podrá confirmar cómo han muerto: si han sufrido torturas o han sido quemados, como delatan las fotografías a las que hemos tenido acceso.

Los cadáveres se encuentran en una morgue improvisada en un antiguo almacén de construcción. Muestran señales claras de torturas e incluso hay algunos medio quemados. Once de ellos son niños de corta edad, otras 11 mujeres y otros cinco ancianos. El resto son hombres que se quedaron en sus haciendas para defenderlas.

Un policía serbio se esforzaba en buscar una justificación a la carnicería. "Lo siento. Han sufrido inocentes, pero teníamos que hacer esto contra los terroristas".

Desde hace días, el Gobierno de Estados Unidos intenta que las autoridades de Belgrado permitan la entrada de una comisión forense internacional a Drenica, con el fin de que determinen con precisión la causa de los fallecimientos. Belgrado rechaza esta idea y, según parece, la policía ha recibido órdenes de ir por el camino de los hechos consumados.

En todo caso parece improbable que las familias de las víctimas, refugiadas en otros lugares de Kosovo desde el principio de las luchas y hasta ahora sin posibilidad de volver a Skenderaj (Srbica, en serbio), la principal ciudad de Drenica, se puedan hacer cargo de los entierros.

Un equipo de la Cruz Roja salió ayer hacia Skenderaj (Srbica) para prestar asistencia a esta localidad afectada por los combates. A pesar de que el hospital de Skenderaj (Srbica), no había recibido ningún herido, las organizaciones humanitarias hablan de decenas de víctimas, pertenecientes a la mayoría albanesa de Kosovo.

La policía de la región de Drenica, que sigue imparable su ataque contra la resistencia albanesa en esta región, tiene también detenido a un número indeterminado de supuestos terroristas, según estas fuentes.

.Mientras que en Pristina no hubo intervención de la policía, como en ocasiones anteriores, en otras partes de Kosovo los albaneses no tuvieron tanta suerte. Catorce personas resultaron heridas en Istok, en el noroeste del país, según el Comité de Derechos del Hombre en Pristina.

Según el diario kosovar Koha ditore, más de medio millón de personas acudió a estas manifestaciones, es decir, una tercera parte de los albaneses de esta región. En Peja, Lipjan y Klina hubo detenciones.

                     Habitante rural albano-kosovar

LIMPIEZA ETNICA.- "¡Drenica, Drenica!", gritaban los manifestantes en recuerdo de las víctimas de los ataques serbios de estos seis días de batalla. Medio millón de albaneses se concentró en diferentes ciudades de Kosovo para protestar por la violencia del régimen serbio. En Pristina, la capital, varias decenas de miles de albaneses, hombres y mujeres de todas las edades, pasearon durante casi una hora a lo largo del bulevar principal del centro de la ciudad. Gritaban consignas tanto a favor del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), considerado terroristas por Belgrado y Washington, como del presidente de la autoproclamada República del Kosovo, Ibrahim Rugova, el más destacado representante de la resistencia no violenta. "No a la limpieza étnica" y "OTAN, ¿dónde estás?", se leía en algunas de las pancartas.

 Carteles en Serbio y Albanes (serbio borrado)

TENSA ESPERA.- En todo Kosovo dominaba una atmósfera de tensa espera. Todo el mundo estaba pendiente del resultado del encuentro del Grupo de Contacto -Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia e Italia-, que tenía lugar en Londres y de la visita del enviado especial estadounidense, Robert Gelbhard, que tenía previsto llegar anoche a Belgrado y hoy se desplazará a la capital kosovar.

Antena de TV satelite baleada en el conflicto

Los albaneses ponen todas sus esperanzas en una reacción rápida por parte de la comunidad internacional, y sobre todo de Estados Unidos, para que la crisis no termine en una guerra abierta.

Veton Surroi, director de Koha ditore, exigía el despliegue de tropas para evitar la conflagración. Sobre el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, el periodista kosovar advertía: "Estamos tratando con un hombre irresponsable que ha provocado una nueva catástrofe humanitaria". Según Surroi, el Tribunal Internacional de La Haya debería incluir entre sus casos los crímenes cometidos en Kosovo.

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